sábado, 16 de agosto de 2014

ensayo

                         


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viernes, 30 de diciembre de 2011

EL DEQUEÍSMO Y EL ADEQUEÍSMO



Se entiende por dequeísmo al error de incluir la preposición “de” junto a la partícula “que” cuando no es conveniente. Por ejemplo:
- Me dijo de que se iba. Lo correcto sería: me dijo que se iba
No obstante, hay situaciones en donde la construcción “de que” sí es correcta. Por ejemplo:
- Estoy seguro de que se irá.
En estos casos, la ausencia de la preposición “de” se denominará adequeísmo. Lo que también se constituye en un error de construcción.
Cuando haya duda acerca de su uso, una solución poco ortodoxa, pero muy práctica, es intercambiar momentáneamente la construcción por la expresión “de algo” o “algo”. Si funciona con la primera puede usarse la frase “de que”; en cambio, sI funciona mejor con la frase “algo”, entonces solo deberá usarse la partícula “que”.
Por ejemplo:
- Me aseguró de que se iba. Me aseguró de algo
- Me aseguró que se iba. Me aseguró algo
QuQueda mejor me aseguró algo. Por lo tanto, se recomienda la expresión: me aseguro que se iba. En cambio
- Estoy seguro de que se irá. Estoy seguro de algo
- Estoy seguro que se ira. Estoy seguro algo
Queda mejor: estoy seguro de algo. Por lo tanto, se recomienda la expresión: estoy seguro de que se irá

 por dequeísmo al error de incluir la preposición “de” junto a la partícula “que” cuando no es conveniente. Por ejemplo:
- Me dijo de que se iba. Lo correcto sería: me dijo que se iba
No obstante, hay situaciones en donde la construcción “de que” sí es correcta. Por ejemplo:
- Estoy seguro de que se irá.
En estos casos, la ausencia de la preposición “de” se denominará adequeísmo. Lo que también se constituye en un error de construcción.
Cuando haya duda acerca de su uso, una solución poco ortodoxa, pero muy práctica, es intercambiar momentáneamente la construcción por la expresión “de algo” o “algo”. Si funciona con la primera puede usarse la frase “de que”; en cambio, sI funciona mejor con la frase “algo”, entonces solo deberá usarse la partícula “que”.
Por ejemplo:
- Me aseguró de que se iba. Me aseguró de algo
- Me aseguró que se iba. Me aseguró algo
QuQueda mejor me aseguró algo. Por lo tanto, se recomienda la expresión: me aseguro que se iba. En cambio
- Estoy seguro de que se irá. Estoy seguro de algo
- Estoy seguro que se ira. Estoy seguro algo
Queda mejor: estoy seguro de algo. Por lo tanto, se recomienda la expresión: estoy seguro de que se irá

jueves, 13 de agosto de 2009

¿Quiénes somos?

La sociedad actual está dominada por la escritura. Nuestra actividad se halla continuamente envuelta por los textos escritos; y textos de muy diversa índole, desde los cuadernos y manuales escolares hasta los prospectos de las medicinas, pasando por las facturas de los bancos, la declaración de la renta, el periódico, etc. La sociedad de la información (a través de la informática) ha incrementado aún más si cabe el peso e importancia de la escritura, hasta el punto de que sobre el teclado del ordenador podemos reproducir en determinadas circunstancias (al "chatear" p.e.) el lenguaje oral mismo: la escritura ha llegado a suplantar, pues, al dicurso oral. Una posición fundamental ocupan en este estado de cosas los textos académicos, que deben reflejar conocimientos adquiridos, de acuerdo con la capacidad de su autor para seleccionar información relevante, para argumentar, demostrar, refutar, verificar hipótesis, etc. En suma, un buen o mal dominio de la escritura pueden condicionar decisivamente el éxito o fracaso de nuestra actividad profesional, sea esta académica o no.



La sociedad actual está dominada por la escritura. Nuestra actividad se halla continuamente envuelta por los textos escritos; y textos de muy diversa índole, desde los cuadernos y manuales escolares hasta los prospectos de las medicinas, pasando por las facturas de los bancos, la declaración de la renta, el periódico, etc. La sociedad de la información (a través de la informática) ha incrementado aún más si cabe el peso e importancia de la escritura, hasta el punto de que sobre el teclado del ordenador podemos reproducir en determinadas circunstancias (al "chatear" p.e.) el lenguaje oral mismo: la escritura ha llegado a suplantar, pues, al dicurso oral. Una posición fundamental ocupan en este estado de cosas los textos académicos, que deben reflejar conocimientos adquiridos, de acuerdo con la capacidad de su autor para seleccionar información relevante, para argumentar, demostrar, refutar, verificar hipótesis, etc. En suma, un buen o mal dominio de la escritura pueden condicionar decisivamente el éxito o fracaso de nuestra actividad profesional, sea esta académica o no.